Las aventuras de Mikel
Había una vez un niño llamado Mikel y tenía 11 años.
Él quería a sus padres y sus padres le querían a él. Todos
los años se iban de viaje a lugares históricos, como por ejemplo el Partenón,
la esfinge de Giza. Este año tocaba Italia.
Vieron muchas cosas, el Circo Romano, el Teatro, la Torre de
Pisa, la Plaza de San Marcos y lo que más les gustó El Vaticano.
Cuando volvieron al hotel se dieron cuenta de que Mikel no
estaba, fueron de sitio en sitio, pero la búsqueda no sirvió de nada.
Los padres estaban desesperados, pero no se rindieron.
Llamaron a la policía y se decían:
-No podemos dejarlo. ¿Dónde estará?, ¿Qué le habrá pasado?
Pasados cinco días encontraron una pista de Mikel: su pulsera
de colores.
-Ya estamos cerca-dijo la madre.
-Tienes razón-afirmó el padre.
No sabían que hacer, pensaron muchas cosas, que se ha
escapado, que se ha perdido, que se ha vuelto a casa…
A los tres días encontraron sus guantes, su abrigo su
bufanda, los padres lo comprendieron
todo, estaba en la naturaleza, donde siempre ha querido estar.
Fueron al campo más cercano y allí estaba tumbado en la
hierba, observando las nubes. Se levantó, la suave brisa le acariciaba el
rostro. Miró a sus padres y corrió hacia ellos como si fuera la primera vez que
les veía.
Les abrazó y les explicó todo:
-Lo siento, necesitaba pensar y reflexionar.
-No te preocupes, te entendemos.
Todos se tumbaron y hablaron, sobre todo.
Fin de la primera historia.
muy bueno el libro felicidades a gregorio que con su imaginacion siempre nos sorprende
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